Sí… el progresismo parecía existir guaymente, hasta que llegó la Alemania nazi, el Holocausto… en el país más desarrollado del momento.
El punto de vista de que todo conduce a un fin hace que no nos planteemos que si robamos un almanaque deportivo (hago referencia a Regreso al futuro II) igual cambiarían las cosas. Sí, al final, pasa una cosa entre todas las que pueden ser. Pero, ¿por qué divinizarlo y transformar los sucesos en una cadena necesaria, como regida por algo mayor? ¿Por qué tiene que haber algo mejor al final, como si esto fuera una antesala (recordando a WALTER BENJAMIN, Sobre el concepto de la historia) a lo mejor? ¿Y qué es lo mejor? No sé, yo lo imagino como un inmovilismo absoluto, tipo Gattaca, tipo los tiempos de «España va perfecta, no mováis nada»
O sea, si estamos en lo Mejor, ¿no resulta falaz? ¿para qué pensar, para qué vivir, para qué cambiar algo que es perfecto? «Perfecto», etimológicamente, es algo «completamente hecho y acabado«… seré yo, tendré una visión fatalista e insuficiente, pero a mí la perfección me recuerda al Cielo de CARME POLLINA en su libro Relatas: historias extrañas de mujeres atípicas.
Gracias miles! 😉
Carme Pollina
Ups, vaya, qué chasco, he puesto que me recordaba al Infierno de tu relata, me refería al Cielo.
No problemo…
[…] Podéis leer el post entero aquí: https://linebacker59.wordpress.com/2013/04/02/un-cabreillo-con-la-concepcion-de-que-todo-lo-que-pasa-… […]
[…] Porque, pese a lo que nos quieran enseñar, no todo está inventado. Aunque las palabras existan, siguen inventándose a la altura de las circunstancias y sensaciones. La mezcla entre todas éstas sigue sin haberse colmado. Cuando se terminen, ya podremos sentarnos en la inmovilidad y quizá lo más interesante sea suicid…. […]