El otro día me vino un tipo diciendo que «Una persona puede ser ni machista ni feminista», como él decía ser. Así que escribí esto en un ataque de «necesito escribir tanto como respirar».
Digamos que has salido de las dinámicas machistas más visibles: no violas a alguien de dentro o fuera de tu entorno, no «piropeas» a desconocidas por la calle, no metes mano si puedes y no te lo consienten, no pegas ni amenazas a tu pareja. Por poner ejemplos de violencias muy visibles.
Los feminismos dan herramientas para analizar el mundo en que nos movemos, las sociedades cambiantes en que estamos. Esas herramientas que dan los feminismos hay quienes las llamamos “gafas moradas”, y nos ayudan a ver opresiones, circunstancias de dominación, modos de humillar y menospreciar… donde antes veíamos una situación “natural” (naturalizada, pero cultural). Los feminismos explican que no es “natural”, que el discurso en nombre de la naturaleza ha sido utilizado en muchísimas ocasiones para oprimir, y por ello sobre ellos ha de haber siempre sospecha, pues con los mismos datos empíricos se puede probar cualquier cosa.
Y dado que nos movemos entonces en discursos y formas de vida que son culturales, prácticamente todo puede ponerse en duda: por qué estas personas me están diciendo para evitar ligar conmigo que podrían ser mis madres, por qué no puedo tener una orientación sexual no heterosexual, por qué no puedo ser bisexual, pansexual o asexual si mi deseo me inclina hacia ello, cómo puedo actuar para no oprimir/rne. Y mil dudas más que construyen posibilidades vitales diferentes y propias.
Mil posibilidades vitales que se unen a que estoy viviendo en este lugar, donde me están atacando también por ser joven, estudiante, que me privilegian por parecer blanca y por tener seguridad social… y me oprimen (y quizá me privilegian) porque me impulsan, como si fuera “natural”, a consumir irresponsablemente, a menos que lo ponga en duda y lo cambie. Las jaulas de hierro bañado en oro del capitalismo, de la globalización (que tiende a significar que la gente toma como modelo ciertos elementos de Europa y EE.UU. y consume de ellas en detrimento de culturas ricas y propias, y que cuando llegan aquí elementos culturales suyos los banalizamos, los convertimos en exóticos y no nos interesa apenas lo que hay detrás), de la burocracia…
Volviendo a la pregunta inicial, “¿ni machista ni feminista?”. Sin los feminismos, te quedas, a mi ver, en la orfandad. Tienes que inventarlo todo desde la nada sin saber qué ideas se han tenido antes ni preocuparte por conocerlas. Y te vas a dar contra la pared porque considerarás naturales o no opresoras muchas cosas que te encuentres que no sean naturales y te estén oprimiendo (o que tú oprimas) sin tener conciencia de ello. Los feminismos, pues, dan gafas moradas, conciencia de muchas opresiones. A mi juicio, han de complementarse con una crítica social fuerte para tener más conciencia y poder actuar aprendiendo del pasado, al igual que han de complementarse con las críticas que se hacen desde los feminismos a esas opciones o críticas feministas.
Y, al final, los feminismos han de pasar a la práctica, no se pueden quedar en unos libros que nadie lee. Han de ayudarnos a tener una autoestima mejor o a comprender por qué no la tenemos, han de cambiar las relaciones sociales a todos los niveles, poner en cuestión por qué hay niveles, marcas y jerarquías diferentes. Entienden que la política es guerra (en otras palabras, toman conciencia política) y que pueden construir (porque en la cultura, todo se construye) una isla (o un local, que sirva para organizar resistencias) feminista en que la vida sea más socialmente igualitaria, crítica, libre y habitable, y bien desmontar la sociedad en que vivimos, procurar destruir desde la raíz el machismo y otros privilegios para conseguir que no vuelva a haber gente que (se) mate por crímenes de odio, que discrimine por desprecio (por no ser heterosexual, ni varón, ni de piel blanca, por no querer vivir como se les exige desde que fueron diagnosticadxs como varón o mujer al nacer, por no tener dinero para vivir como se espera para tener aceptación social, blablabla) ni se sienta peor por no cumplir lo mencionado entre paréntesis, ni otras mil cosas que me he saltado, porque la realidad es compleja, muy compleja.
Igual en media hora cambio de idea respecto a esta explicación, pero es lo que tiene la vida, que no es tan monolítica.
Hacia el bosque 
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